
A menudo nos quejamos cuando en tal o cual pueblo, calle o local, nuestro Smartphone pierde la cobertura móvil y nos desconecta de Internet. La distancia desde la estación base de nuestra operadora y/o los obstáculos son la razón más frecuente. Pero, ¿qué te parecería estar dentro de las dos terceras partes de la población mundial que NUNCA tienen acceso a Internet? ¿Te lo imaginas?
Para intentar paliar este problema (o al menos dar un paso adelante en su solución), Google inició allá por el 2013 un ambicioso proyecto: Project Loon. El proyecto consiste básicamente en la utilización de una red de globos aerostáticos que se comunicarán con los usuarios en tierra a través de señal móvil 4G, y entre sí e Internet (en tierra) a través de redes de alta capacidad. Está previsto que la red de globos se extienda en un anillo que proporcione cobertura a todo el Hemisferio Sur, pues es en esa zona donde hay más carencia.
En 2016 se realizará el mayor test del sistema hasta ahora: Alphabet (la subdivisión de Google encargada del proyecto) junto con las tres principales operadoras móviles de Indonesia, realizarán las últimas pruebas sobre dicho archipiélago, como último paso antes de pasar a la fase comercial.
El sistema también puede ser utilizado para “rellenar” pequeñas zonas incomunicadas incluso en países más desarrollados tecnológicamente, y también en casos de desastres en los que queden inutilizadas las comunicaciones en tierra.

Los globos
Los globos Loon, de unos 15M. de diámetro y 12M. de alto, están fabricados de capas de plástico (polietileno) y rellenos de gas helio. Incorporan unas placas solares que alimentan la electrónica de a bordo, y que cargan unas baterías para permitir su funcionamiento durante la noche.
La estratosfera está dividida en capas a distintas alturas, por las que discurren corrientes de aire que circulan en diferentes direcciones. Un complejo algoritmo ordenará a cada globo subir o bajar para entrar en la corriente que circule en la dirección deseada, para colocar cada globo en un área concreta. La interconexión de todos los globos compondrá una formidable red de comunicaciones. Con el tiempo, se tratará de concentrar más globos en las zonas donde haya necesidad de conseguir una cobertura móvil más consistente.
Los globos volarán por la estratosfera a una altura de unos 20Kms (el doble de la utilizada por la aviación comercial), con esto se asegura la no interferencia con la aviación ni con las aves. Cada globo puede proporcionar cobertura a una zona de unos 80Kms de diámetro en tierra.
Las características ambientales son muy duras a esa altura, ya que pueden alcanzarse los 80º bajo 0. Este y otros factores limitan la vida actual de los globos a unas pocas semanas, pero confían en que en breve podrán prolongarla a más de 100 días. Cuando llega el fin de su vida útil, se libera el gas de su interior, descendiendo de forma controlada hasta tierra (disponen de un paracaídas para casos de emergencia).

Tres globos Loon preparados para despegar al amanecer
Infraestructuras en tierra
Lógicamente se necesita la colaboración de las operadoras de telecomunicaciones en tierra, ya que estas han de compartir su espectro de cobertura móvil, necesaria para el funcionamiento del sistema. Además, el enlace de la red de globos con el Internet Global (en tierra) se realizará a través de ellas, utilizando enlaces de gran capacidad.
Es de suponer que además será necesaria una serie de instalaciones base para el lanzamiento y recogida de los globos.
¿Por qué Google?
El lógico pensar que esta iniciativa va más allá de lo puramente humanitario, y de la extensión del concepto de la Aldea Global. Siendo como es Google, una empresa dedicada a la venta de servicios a través de Internet, un volumen de potenciales clientes tan grande como el que se ve representado por esas dos terceras partes de la población mundial, que podrían llegar a utilizar Internet gracias a este proyecto, es un poderoso atractivo para iniciar semejante empresa.
Datos e imágenes: Google – Project Loon y G+ Project Loon